"Están lloviendo gatos y perros" porque "llueve a
cantaros"... ¿hay alguna relación entre una y otra sentencia al decir
esto? ¿Si será decir casi lo mismo...? o si dijéramos el negro gato, en vez de,
el gato negro, ¿habría alguna diferencia conceptual?... tal vez no, pero
si dijéramos, "el lobo hombre" en vez de decir "el hombre
lobo" ¿habría alguna demarcada diferencia aquí o simplemente se podría atribuir
como que hay un error en la redacción en la escritura?
Demasiadas preguntas para iniciar un "cuento"¿no? "y a todas
estas de cuando acá salí yo escritor?"
-"qué más da!" -sigamos!-.
Si tú fueras un escritor de cuentos de
terror, como Edgar Allan Poe, ¿Que sería lo más importante para ti que quisieras
que quienes te leen se pregunten? o ¿qué sería lo que les quisieras transmitir
en tus escritos?... -tal vez en este momento ya quieras cerrar este blog
diciendo (o mal-diciendo) " -¿Y quién carajos es ese disque ELGAR EL
AMPON?" o "a mí, que me importa esto, yo acaso soy escritor!, si a
duras penas logro "wasapiar" ome!, shh!".
Pues bien me querido amigo en realidad de lo que quiero que hablemos es de
la "infidelidad" o la "calidad" de un escrito cuando es
traducido de una a otra lengua diferente a la lengua natal de su autor. Te
preguntaras entonces que tienen que ver la lluvia de gatos y perros, o si el
negro gato o el gato negro, en fin, son la misma cosa o ¿qué hay pues con el
"lobo hombre-hombre lobo" ese?
Dícese en nuestra lengua de un conocido refrán que reza: "llueve a
cantaros" -para describir que hay una tempestad tremenda- en idioma Inglés
su equivalente, que no es para nada literal, dice así: "it's raining cats
and dogs"... ¿?... te preguntaras y ¿que carajos tiene que ver que llueva
muy duro a una lluvia de gatos y perros, empezando que eso seria casi imposible
que pasara, a menos que algún multimillonario y excéntrico coleccionista de
mascotas, de este tipo, un día decidiera llevarlas a pasear en su avión privado
y piño!, en pleno vuelo, se armase la mera trifulca entre estos vergajos
animales, "lo cual sería casi improbable que pasara", -cosas más
raras esta uno acostumbrado a ver!,- y de repente empiecen a caer-se los muy
bandidos y colmilludos animales estos del avión!. y para colmo ese día
este "lloviendo a cantaros" y le justito le toke ver la caída de
estos bichos y en su propio patio!, al tipo más esquizofrénico del pueblo ‘Such
and Such’, en la usa, (tales y pascuales, en español) y este pobre hombre
aterrado lanza el mero, alarido mientras que su madre bendita sin perder la
calma y con mucha ternura, desde la cocina, le pregunta:
What’s up? Sonny? (¿Qué paso mijito?) y este temblando apenas si responde… –“Mom,
it’s raining cats and dogs!”; La madre tranquila hace una pausa y con un ademan
de resignación, sin salir de la cocina, mirando al cielorraso suspira, hace una
mueca y continua cocinando.
Eeerda! Acabo de inventarme el origen de esta expresión!
por otra parte, kiay con lo del negro gato-gato negro, ese?, pues resulta
que diste en ingles el gato negro se dice Tha Black cat (el negro gato) pero
nosotros lo diríamos al revés, “el gato negro" que viene a ser lo mismo
pero como sabemos a estos "gringos" que se creen "de las cok in
de deser" todo lo complican!
está bien!, bueno!, listo!, whatever!, pero entonces kiay del "lobo-hombre"
ese? hay si no me van a decir que’s queste mancito no se equivoco y lo copio
mal? En vez de escribir lo así: <<el hombre lobo>>. Seguro que es
un error de redacción!...
Tienes razón! no es lo mismo! pero tampoco es un error de redacción!
Resulta pues que era que yo estaba pensando en un "hombre lobo"
que todo el tiempo estaba convertido en "hombre-lobo"!, o sea,
siempre estaba peludo, colmilludo y desgarrador, o sea arañando todo, ah! y con
arta rabia, o sea todo bravo, así como son los hombres-lobo cuando están
bravos!, ESEPTO!, cuando salía la luna llena!. ¿si pilla?... ah! “o sea que
siempre esperaba la luna llena pa poder convertirse en un ser humano normal?”
todo lo contrario al típico "hombre-lobo" que conocemos de las
películas jolivudenses, de “terror”, que era siempre el man mas chévere del
film, un ser humano normal, bueno, inteligente, amable, servicial y, además, el
mero chayan de vereda! (o sea el mas paspis!) pero, que siempre que llegaba la
luna llena se convertía en el propio mostro que sale a matar a diestra y
siniestra y a comerse a todo el que se le atraviesa, empezando siempre por el
afro-americano de la película, mejor dicho, al "more, como los llamamos
nosotros, y del que no queda rastro más que su gorra de los Yankees o su
playera de los Lakers o los Bulls, “¿que se yo!?” y ya pal final de la película
vuelve y aparece pues resulta que no se lo había comido nada.
en fin!. ¿que era lo que yo iba a hacer? a verda!, les quedo debiendo la comparación
que pensaba hacer entre la versión original del cuento “The Black Cat” de Edgar
Allan Poe y la versión traducida al español por un señor fulano de tal
compatriota nuestro que “me imagino” para poderlo hacer y, a la vez, saciar su
propio ego tuvo que dejarse poseer por los mismos espíritus oscuros que atormentaban
esta pobre alma de Poe y así poder, por lo menos, entender y tratar de dar a entender
la insoportable miseria humana cuya condición natural, morbosa y corrupta, hace
de grandes hombres mártires; antes de reconocerlos como las celebridades que en
verdad eran. Dar a entender algo como lo descrito anteriormente en una traducción
literal se vuelve en algo muy complejo por los términos concretos que de un
idioma a otro difieren notablemente.
Imaginémonos por un momento estar en el lugar de este traductor “poseído” por
el espíritu de Poe y empieza a describir su propia muerte en el cuento y luego cuando
va a empezar a entrar en detalles de cómo sucederá esto, buscando las palabras
en español para decirlo (porque Poe no sabía español) <<que embalada se
pego este espíritu!>> Empieza a encontrarse
con una cantidad de reglas, normas, adjetivos y formas propias de nuestra
lengua y cultura que pa poder explicar ¿a las cuantas vueltas se echa el perro?
Damos los mismos rodeos pa concluir lo que es obvio… “pues a la ultima” y en conclusión
lo único que queda bien claro de nuestro proceder es que nos encanta es echar
labia no mas pa tramar (al profesor) y punto. (así como yo estoy haciendo
ahora). Finalmente lo que paso con este espíritu fue que le toco salir
corriendo -¿o volando? ¿Qué se yo? Todavía no me he muerto antes!- espantado el pobrecito salió diciéndole al traductor,
“manito me acorde que tengo acompañamiento espiritual porque mañana salgo pa
retiro!, hay lo dejo!, sabe que? Explique como a ud le “parezca” mejor con tal
que se acuerden de mi y de pronto me ayuden con una oracioncita por el descanso
de mi alma, chaooo!” “y no me llames yo te llamo!” bueno?”.
Estos libros están en la biblioteca de bachillerato de la U pa’l que quiera
su propia versión! (estos días les cuento que pasaba por mi cabeza cuando escribí
esta vaina de la cual no sé cómo salirme) pero si no quedo claro y están insatisfechos
les voy a plantear algo sobre la originalidad o la “fidelidad y/o traición” a
la hora de defender una posición particular, en este caso, lo que se pierde o
se gana en la traducción y si vale la pena aprender otra lengua o no.
Hay les va: Estaban dos teólogos apologistas de dos distintas
denominaciones religiosas debatiendo sobre quien de los dos estaba en la
original y verdadera Iglesia fundada por el propio Dios, Ambos eran muy
preparados, estudiosos y respetuosos e igualmente devotos, uno era católico el
otro protestante, el segundo muy rico el primero no tanto, pero de muy buen
gusto ambos! El joven rico queriendo ganar la contienda, para terminar con el
debate le dice al otro: -"mira, dejémonos de cosas que aquí o allá Dios está
en todas partes, y que importa cuál de las dos iglesias es la original". -Ok,
Le contesta el otro, "me parece maravilloso que por lo menos todos queramos
alabar a Dios"
Deciden tomar un café y en esas el rico nota que ambos tenían un reloj marca
Rolex exactamente idéntico el uno del otro, y le dice: "vaya veo que
tenemos el mismo reloj de 5mil dólares"
-"Te equivocas. Responde el otro. “A mi solo me costó 400 dólares".
- Ah! es porque el tuyo es una réplica exacta!, entonces! pero no se nota ninguna
diferencia, dice el joven rico admirado.
El Católico sonriendo le responde: “Es cierto no se nota la diferencia, te
propongo algo!, vamos a intercambiar de reloj ahora mismo!.
- No, pues como! no ves que el mío es original y el tuya es una réplica!
Responde el católico: "no dijiste acaso que ser o no ser original no
hace ninguna diferencia...?
Para terminar. Les pregunto ¿será acaso lo mismo conocer lo que un autor
quiere expresar en un escrito, si nos basamos en una traducción, donde la
complejidad de la metáfora, como otros aspectos en los que el escritor
haya querido poner énfasis como sentimientos, emociones, sufrimientos
(...), sabiendo que todo queda sujeto a la interpretación de aquel que haciendo
de traductor quiere o puede hacer? ¿vale la pena “sacrificar”
"traicionando" la idea original del autor, intentando ser fiel solo
para darle un toque de calidad al escrito?. Umberto Eco dice que
toda traducción debe fundamentarse en la fidelidad hacia el texto
original, pero que a la hora de traducir un texto, aparecen problemas que
nos podrían hacer pensar que traducir consiste más bien en un
acto de infidelidad. ¿le creemos a Umberto?¿o investigamos nosotros
mismos?¿Tú Que versión prefieres?